Se tiene la creencia que la diabetes es una enfermedad exclusiva de los adultos, por desgracia, cientos de niños y adolescentes sufren de este padecimiento.
Existen varios tipos de diabetes, pero las más comunes son las diabetes tipo 1 y tipo 2. Ambas pueden ocurrir a cualquier edad. Hasta hace algunos años era más común la diabetes tipo 1 en infantes, adolescentes y adultos jóvenes; sin embargo, cada vez son más comunes los diagnósticos de diabetes tipo 2.
¿Qué es la diabetes y cuáles son sus tipos?
La diabetes es una enfermedad crónica (de por vida) en la cual hay un algo nivel de azúcar en la sangre.
La diabetes tipo 1 es causada por la falta de producción de la hormona insulina.
Cuando no se produce correctamente la insulina el cuerpo no logra metabolizar el azúcar y la almacena en la corriente sanguínea. El cuerpo no puede utilizar la glucosa por lo que es expulsada a través de la orina.
Se ha detectado diabetes 1 entre los 5 a 6 años de edad. No se sabe con exactitud porqué algunos cuerpos dejan de producir insulina. Por desgracia, esta enfermedad tampoco se puede prevenir.
Mientras que en la diabetes tipo 2, el cuerpo de la persona no responde a la insulina como debiera, con frecuencia no produce suficiente insulina.
Esta diabetes solía llamarse “diabetes de adultos”, pero cada vez más personas jóvenes se diagnostican con ella.
Este tipo de diabetes sí puede prevenirse.
Síntomas de la diabetes en niños
Entre los síntomas de la diabetes tipo 1 en menores se encuentran:
Aumento en la frecuencia de micción (orinar). En algunos casos incluye la reincidencia de la enuresis nocturna (orinarse mientras duermen) en niños que ya pasaron esa edad,
- Sed insaciable,
- Cansancio,
- Bajo peso,
- Visión borrosa,
- Entumecimiento u hormigueo en los pies
- Aumento de apetito.
Mientras que quienes sufren de diabetes tipo 2 pueden presentar:
- Sobrepeso,
- Áreas oscuras en la piel, especialmente en el cuello y axilas,
- Aumento de sed,
- Micción frecuente y enuresis,
- Aumento del hambre,
- Fatiga,
- Visión borrosa,
- Infecciones frecuentes,
- Pérdida de peso involuntaria, aunque es menos común en menores con este tipo de diabetes.
Diagnóstico
Para realizar un diagnóstico de esta enfermedad es necesario acudir al médico para realizar un análisis de sangre para medir la cantidad de glucosa en sangre.
Tras determinar si el niño tiene diabetes, el médico ordenará otros análisis para determinar qué tipo de diabetes tiene.
Los niños con esta enfermedad suelen quedar en supervisión de un endocrinólogo pediátrico.
Causas de la diabetes
En el caso de la diabetes tipo 1, los científicos no han encontrado una respuesta exacta sobre 1qué origina este fallo.
Se sospecha que durante una infección el sistema inmunitario confunde las células sanas del cuerpo con los invasores. Mientras ataca y destruye las células, también destruye las células betas que producen la insulina en el páncreas. Tras ello el cuerpo no puede producir insulina.
Sobre la diabetes tipo 2 se conoce que las personas suelen experimentar resistencia a la insulina, es decir, el cuerpo no puede utilizar de manera correcta esta hormona.
Existen factores que contribuyen a desarrollar esta resistencia. Por ejemplo, el ser sedentario y el exceso de peso.
Tratamiento y control de la diabetes
Aunque no existe cura para la diabetes, los niños con esta enfermedad pueden tener una infancia y adolescencia casi normal, siempre y cuando mantengan la enfermedad bajo control.
Para mantener un control de esta enfermedad es necesario monitorear de manera rutinaria el azúcar en la sangre.
El control de esta enfermedad incluye utilizar el medicamento que el médico recete al niño y una dieta balanceada.
Además de una dieta, el médico puede recomendar que el menor realice 30 minutos de ejercicio al día para controlar la enfermedad.
¿Qué pueden hacer los padres si sus hijos sufren de diabetes?
Es importante que mientras el niño se vuelve más independiente, los padres lo guíen para que gradualmente se haga responsable del control de su enfermedad mientras mantienen su independencia.
Los médicos explican que a partir de los 7 años los niños ya poseen las destrezas motoras suficientes para aplicarse sus propias inyecciones de insulina, bajo supervisión de un adulto. También tiene la capacidad de revisar su nivel de azúcar en la sangre utilizando tiras reactivas. También explican que es importante que los padres supervisen a sus hijos para familiarizarlos con el tratamiento y su control.
También se recomienda a los padres o encargados que animen a su hijo en su nueva dieta. Y recordándole que muchos niños sufren de esta misma enfermedad.