Real Madrid salió adelante este martes en el debut en defensa de su título de la Champions League saldando un 0-3 ante el Celtic. Un rival que puso en más complicaciones de las que puede mostrar el marcador a un conjunto blanco que regresa a España con la preocupante lesión de Karim Benzema.
El conjunto escocés se vio derrotado, quizá demasiado para lo que ofreció a sus aficionados. Fue ambicioso y valiente desde el inicio del juego y gozó de buenas ocasiones para haberse puesto por delante. Pero el actual campeón aguantó y esperó su oportunidad para sumar sus tres primeros puntos.
Los goles de Vinicius y Luka Modric en apenas cuatro minutos del segundo tiempo le dieron el aire que necesitaba y Eden Hazard. Elegido para relevar al capitán en el debut de champions sentenció un partido que terminó siendo más plácido. Que le sirvió para aumentar su confianza en este positivo inicio de temporada.
El campeón no visitaba desde hace más de cuatro décadas el Celtic Park y desde el inicio comprobó cómo impulsa a los suyos, que salieron sin complejos y desbocados. Abade dio un aviso antes del primer minuto de que no esperaba una noche cómoda a los madridistas. Incapaces de llevar el partido a su terreno y sin poder tampoco aprovechar los espacios que dejaba el ímpetu local.