El polémico VAR volvió a salir en un juego del Real Madrid. Esta vez, para ser concretos, fue en Anoeta, en un partido en el que Ancelotti presentó un once lleno de suplentes por la cercanía de la ida de semifinales de la Champions ante el Bayern. Uno de ellos fue Arda Güler, protagonista en el primer tiempo porque fue el autor del gol que adelantó al cuadro merengue en el marcador.
El conjunto blanco no había sido muy activo, cediendo la iniciativa a la Real Sociedad, que tuvieron el balón y merodearon el área de Kepa, esta vez titular, de forma mucho más frecuente que su rival. Sin embargo, fue el turco quien en una llegada por banda derecha de Carvajal aprovechó su centro para rematar de primeras.
La Real Sociedad respondió rápido y certero, presionando la salida de los madridistas y recuperando un balón en la frontal del área ante un Tchouameni blando que cayó en la trampa presentada por los de Alguacil. Barrenetxea provocó su error y Take Kubo recogió el balón para, tras plantarse ante Kepa, batirle por bajo y ajustado al palo. El arbitro central Munuera Montero dio el gol por válido.
Pero el Real Madrid fue salvado por el polémico VAR y, desde la sala de máquinas, Busquets Ferrer encontró la imagen adecuada para llamar a filas a su colega, que acudió raudo y veloz a observar las tomas precisas presentadas. No tuvo dudas: falta a Tchouameni y gol anulado. El Real Madrid tiene la extraordinaria habilidad de lograr que todas las jugadas que puedan llegar a presentar alguna duda acaben decidiéndose siempre a su favor.