Uno de los minerales más importantes para el cuerpo humano es el zinc, pero ¿qué es, para qué sirve y cuándo debería tomarlo?
¿Qué es el zinc y para qué sirve?
El zinc se conoce como un oligoelemento o mineral. Este es el segundo mineral con más alta concentración en el organismo humano; el primero es el hierro.
El mineral es esencial para la regeneración de tejidos celulares y la síntesis del ADN, por lo que contribuye al crecimiento y desarrollo correcto de la infancia y del feto durante el embarazo. Además, en las personas adulta contribuye a sustituir las células viejas por otras.
Este mineral se involucra en la producción de hormonas como la testosterona, contribuye a mantener la salud de la piel, el pelo y las uñas. También es clave para mantener elevadas las defensas del sistema inmunitario.
Al igual que con otros minerales, vitaminas y nutrientes, los efectos del zinc dependen en gran medida de la cantidad que se consume.
¿Cuándo debo tomar suplementos?
Los expertos de Medline Plus explican que se puede tomar suplemento de zinc cuando esto no supere los 40 mg al día. Aunque en algunos casos se puede llegar a consumir cantidades más grande, pero solo por un periodo corto de tiempo.
Las dosis únicas de 10 a 30 gramos pueden resultar fatales.
La razón por la que no se recomienda consumir el zinc en grandes cantidades es que disminuye la capacidad del cuerpo de absorber el cobre. Además, produce dolor de estómago, vómitos y otros problemas.
Tomar o no zinc es una recomendación que únicamente puede hacer un médico. Por lo general se recomienda utilizar suplementos cuando se tiene:
- Deficiencia de este mineral.
- Diarrea.
- Enfermedad de Wilson, un enfermedad que causa que se acumule el cobre en muchos órganos.
- Tener una dieta vegana.
En algunos casos, se utiliza para tratar:
- Acné.
- Degeneración macular relacionada con la edad o AMD, una enfermedad ocular que produce la pérdida de la visión en adultos mayores.
- TDAH o Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
- Resfriado común.
- Depresión.
- Diabetes.
- Sarpullido por pañal.
- Gingivitis.
- Mal aliento.
- Herpes labial.
- Lepra.
- Úlceras estomacales.
- Neumonía.
- Enfermedad por célula falciforme.
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