En el río Proserpine que se encuentra en Queensland (Australia) vive un cocodrilo de cuatro metros llamado Boofhead, y un residente grabó el momento en el que tras pescar un tiburón el enorme reptil se lo arrebató y devoró.
Dan Johnson explicó: “Enganché al tiburón y cuando comencé a recogerlo hubo mucha conmoción en el otro extremo del río. Un montón de gente gritaba ‘cuidado, viene’”, relató a ABC Australia.
El pescador explicó que de inmediato se apartó del agua y comenzó a grabar, de esa formar capturó el impactante ataque del cocodrilo y cómo en tan solo 30 segundos lo devoró.
Los pobladores aseguran que esta es la primera vez que ven a Boofhead en su faceta de depredador.
Johnson agregó: “Nunca había visto a uno tan cerca comiendo algo, era casi capaz de oler su aliento”.
Los vecinos indicaron que se debe ser respetuoso con los animales, especialmente con depredadores tan feroces como Boofhead.
“Hay que ser más cauteloso, no hacerle daño al animal. Se puede hacer fotos, pero no intentar darle de comer”, afirmó Johnson.