La madrugada del martes 23 de enero se registró un sismo de magnitud 7.1 en la frontera entre China y Kirguistán.
El sismo tuvo como epicentro la región de Xinjiang (China), específicamente en la cordillera de Tien Shan, una región sísmica con numerosos deslizamientos en zonas de fallas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) informó que no son comunes los terremotos de esa magnitud en esta área.
Se informó que en el condado de Akqi (China) seis personas resultaron heridas, dos de ellas en estado “grave”. El gobierno informó a través de redes sociales que un total de 47 edificios colapsaron y otros 78 resultaron dañados. Este sismo también derribó líneas eléctricas, pero el servicio se reanudó rápidamente en la región.
Hasta el momento no se han registrado víctimas mortales por este sismo.
Usuarios publicaron en redes sociales imágenes del momento del movimiento telúrico.