La pesadilla de Wilfred Jonathan Soto Mendoza, de 14 años, y su familia inició el pasado 8 de marzo. Ese día el menor comenzó a sentir un fuerte dolor de estómago y náuseas.
Eufemia Mendoza, madre de Wilfred, relató que, al llevarlo a una clínica particular de Nebaj, Quiché, allí recibió la noticia que su hijo sufría de hepatitis; aunque el médico le dio medicina, nunca le explicaron la gravedad de su padecimiento.
Tras una serie de exámenes que se le realizaron, también descubrieron que las defensas de Wilfred estaban bajas.
El médico le aseguró a doña Eufemia que era normal debido a que su cuerpo luchaba contra la infección. Con el pasar de los días, no había mejora, por lo que lo llevó a otra clínica.
Tras nuevos exámenes confirmaron sus defensas bajas, la hepatitis, y además una infección urinaria. Wilfred inició un nuevo tratamiento ese día.
Dos semanas después, al notar el decaimiento de su hijo, Eufemia llevó al menor a un hospital de Nebaj.
La doctora María Alejandra Luna, del Hospital de Nebaj, explicó al programa de Expedientes, que Wilfred ingresó en condiciones regulares y quedó internado debido a que comenzó a sufrir algunos sangrados.
Wilfred Soto fue trasladado al Hospital Roosevelt
Quienes atendieron al menor solicitaron un examen que descartara o confirmara leucemia, pues sospechaban que Wilfred Jonathan se encontraba en un proceso linfoproliferativo, que se trata como cáncer en la sangre.
Debido a la atención especializada, se decidió su traslado hacia el Hospital Roosevelt en Ciudad de Guatemala.
El 22 de marzo, Wilfred ingresó a la emergencia de adultos del referido nosocomio.
Eufemia asegura que el menor no fue atendido de inmediato, lo dejaron en una camilla durante 8 horas.
En su desesperación, Wilfred buscó a la doctora que lo recibió para pedirle que lo atendieran, pues tenía dificultades para respirar.
La doctora Luz Abad, Subdirectora Médica del Hospital Roosevelt, explica que, debido a la saturación de pacientes, las radiografías y otros exámenes llevan tiempo, pero que el menor estaba bajo observación de enfermería y médicos bajo techo.
Agregó que la madre y el niño ya habían sido notificados que era necesario el reposo absoluto debido a que cualquier golpe podría causar una hemorragia.
No le informaron de la muerte de Wilfred
Eufemia explica que, sin recibir atención, momentos después el niño sufrió una convulsión y dejó de respirar. Fue en ese momento en el que médicos llevaron a Wilfred al área de shock de la emergencia.
La doctora Abad señala que el menor sufrió paro cardíaco.
Doña Eufemia asegura que su hijo vivió unas horas más ese sábado 23 de marzo. Aprovechó ese tiempo para despedirse de él, y tras ello le pidieron abandonar el área.
Pero la pesadilla de esta madre apenas iniciaba.
Fue hasta dos horas después, cuando una mujer le comentó que habían llevado a un niño a la morgue del hospital que comenzó a buscarlo.
Asegura que pasada la medianoche recibió una llamada y la llevaron a la morgue para reconocer a su hijo.
La hermana de Eufemia agregó luego de reconocer al menor, la madre descubrió que eran empleados de una funeraria y estos se aprovecharon del momento de dolor para obligarla a contratarlos.
Hospital Roosevelt asegura que investigan el caso
El doctor Luis Chávez, director Ejecutivo del Hospital Roosevelt, aseguró que el día que ingresó Wilfred la emergencia del centro asistencial estaba colapsada.
La doctora Abad agregó que los servicios estaban saturados.
Las autoridades pidieron a la madre de Wilfred acercarse al centro asistencial para acompañarla tras la pérdida de su hijo y que conozca cómo avanza la investigación interna.