Estudiantes de Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Princeton desarrollaron un simulador para entender cómo sería un conflicto nuclear entre Rusia y Occidente.
Este simulador, llamado “Plan A”, se creó en 2019 por Alex Wellerstein, Tamara Patton, Moritz Kuett y Alexander Glaser; sin embargo, recientemente se volvió viral debido a que sirve como una representación de lo que podría ocurrir en una eventual escalada de un conflicto nuclear entre Rusia y Estados Unidos.
Los desarrolladores señalaron que en la simulación se utiliza “posturas, objetos y estimaciones de fatalidad realistas de la fuerza nuclear”, razón por la que se calcula que habría más de 90 millones de personas que perderían la vida o resultarían heridas durante las primeras horas del conflicto.
Los creadores del proyecto explicaron que crear la simulación es resaltar las consecuencias potencialmente catastróficas de los actuales planes entre Estados Unidos y Rusia. Y señalan que durante los últimos años el riesgo de una guerra nuclear aumentó drásticamente debido a la retirada de estas dos naciones de los tratados de control de armas nucleares.
Y el transcurrir de los años ha vuelto esta situación más complicada, pues ambas potencias han continuado desarrollando nuevos tipos de armas nucleares y ampliar las circunstancias en las cuales podrían usarse.
De forma curiosas, esta simulación también tuvo su desencadenante en Europa. El primer ataque se produjo en el este del continente. Si bien no menciona a Ucrania, ni el tipo de conflicto que desencadenó el intercambio nuclear.
En un video de más de cuatro minutos en los que se representa con estética de videojuego de los años 80, muestra cuatro fases en la escalada.
¿Qué muestra el simulador del conflicto nuclear?
* Advertencia
La simulación inicia en medio de un conflicto armado convencional al este de Europa, la OTAN avanza y Rusia lanza un ataque táctico de advertencia. Sin embargo, la OTAN decide responder con represalias realizando un ataque nuclear aéreo.
* Plan táctico
La segunda fase inicia con Rusia lanzando 300 cabezas nucleares en ataques aéreos y misiles de corto alcance contra bases de la OTAN en Europa y fuerzas armadas que estén sobre el continente.
La Alianza Atlántica decide contestar con un bombardeo aéreo en bases rusas y posiciones enemigas con 180 cabezas nucleares.
Se destaca que solo han pasado tres horas desde la primera explosión atómica y las personas que han perdido la vida superan los dos millones y medio.
* Contrapeso
OTAN continúa lanzando ataques, esta vez con 600 cabezas nucleares desde bombarderos, submarinos nucleares e incluso desde silos de misiles intercontinentales de largo alcance desde Estados Unidos.
Rusia temiendo perder el control sobre sus sistemas de armamentos, decide lanzar una alerta y enviar misiles desde sus propios silos, plataformas móviles en tierra y submarinos.
La fase, que apenas dura 45 minutos, deja otros tres millones y medio de personas sin vida.
* Intercambio
Tanto Rusia como OTAN buscan inhibir cualquier posibilidad de recuperación por la otra parte, por lo que lanzan ataques contra las treinta ciudades principales y centros financieros del adversario.
Este es el ataque más mortal: más de 85 millones de personas perderían la vida en esos 45 minutos.