La pandemia de Covid-19 supuso un golpe para varios sectores económicos en Guatemala, esto llevó a muchos a tener que ingeniárselas y muchos apuntaron al reto de convertirse en un emprendedor.
Algunas personas iniciaron su reto vendiendo productos, mientras que otros lo hicieron con creando sus propios productos para vender. Otras personas iniciaron estudios en alguna profesión práctica para poder generar sus propios ingresos.
Pepe Barbero, es una academia, que ha brindado esta oportunidad a muchas personas que han pedido sus empleos o a madres de familia que han perdido a sus esposos y ahora deben salir adelante solas.
Lamentablemente, algunos emprendedores se terminaron enfrentando a los extorsionistas. Tan solo en el área central de Guatemala, las autoridades reciben 15 denuncias diarias por el delito de extorsión a negocios virtuales.
La necesidad ha llevado a muchos a adentrarse en trabajos donde son explotados, y muchos caen en las garras de tratantes de personas.
En un experimento realizado por Expedientes, se ofreció un empleo a personas en sectores públicos. El ofrecimiento consistía en un trabajo bien remunerado que se realizaba por la noche, en otros casos para promocionar productos, pero todos finalizaban de la misma forma: acercarse a un vehículo para recibir mayor información.
Cuando las personas se acercaban, los investigadores les explicaban que era una estafa, similar a la utilizada por estructuras de trata de personas.
Otra de las estafas que aumentaron durante la pandemia, es el “generar ganancias usando internet”. El engaño consistía en pedir un depósito para comenzar a generar ganancias, sin embargo, quienes depositaban vieron desaparecer a estos negocios.