La fístula dental es un trastorno bastante frecuente, pero que muchas personas no saben identificar y tampoco cómo se trata.
Existen algunas situaciones que producen esta afección bucal.
¿Qué es una fístula dental?
Esta afección se produce cuando hay una infección en la boca. Las bacterias que producen la infección son rodeadas por glóbulos blancos para encapsularlas, esto genera una hinchazón en la zona y el área circundante.
El cuerpo crea una vía anormal de drenaje para liberar este contenido encapsulado, por lo general el pequeño canal atraviesa el hueso y se abre paso sobre la superficie de las encías o el paladar.
La ubicación de este tipo de infección es común en la zona de las raíces o los costados de las piezas dentales.
Síntomas de la fístula dental
Esta infección, como cualquier otra, suele estar acompañada de dolor, una molestia aguda y penetrante en la zona afectada.
Puede verse como un punto blanquecino o amarillento sobre la encía o como un bulto enrojecido.
El lugar que crea el cuerpo para eliminar el pus se inflama, aunque al drenarse genera alivio en la persona debido a que se libera la presión interna.
En algunas personas el tejido donde se encuentra el absceso es sobre la piel del rostro.
Los pacientes señalan que presentan un sabor amargo en la boca, así como sensibilidad o dolor en la pieza dental afectada.
Los ganglios linfáticos del cuello y la mandíbula pueden agrandarse, el rostro puede inflamarse. En casos graves el paciente puede presentar dificultad para hablar, tragar y respirar.
¿Qué causa una fístula dental?
La principal causa son las caries profundas o mal tratadas. Las mismas bacterias que causan caries pueden llegar a expandirse y atacar al interior del diente llegando a la pulpa dentaria.
Otra causa de esta enfermedad periodontal es una periodontitis que no se ha tratado a tiempo.
También se puede producir por endodoncias que han sido mal realizadas o por problemas con las muelas del juicio.
¿Cómo se trata una fístula dental?
El tratamiento lo determina el odontólogo, este puede ir desde una endodoncia en la pieza afectada, así como el retiro del material de la zona inflamada.
En muchos casos es necesario administrar antibiótico y enjuague antibacteriano.
Los especialistas también deben planificar un tratamiento dental adicional, en caso de ser necesario.
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