Se ha denominado “covid prolongado” a las secuelas debilitantes, como fatiga y dificultades respiratorias, las cuales quedan tras recuperarse del Covid-19. La mayoría de los pacientes de “covid prolongado” no fueron hospitalizados y no tenían afecciones preexistentes.
Ha sido este detalle lo que ha impulsado a los miembros de la OMS a pedir a los expertos de salud el que se nieguen a buscar una “inmunidad colectiva”, estrategia que ha ido ganando más adeptos, pero que destacan podría cobrar miles de vidas.
“Debemos controlar este virus no por el riesgo de que su abuela pueda contagiarse y morir, o que su tío pueda terminar en la UCI, sino porque personas jóvenes, sanas, en forma y sin condiciones comórbidas pueden terminar arruinando sus vidas”, explica Brendan Delaney, presidente de informática médica y toma de decisiones del Imperial College.
Se sabe por la experiencia con otros virus, como el SARS, ébola y MERS, que estos patógenos pueden tener consecuencias permanentes.
El Instituto Nacional de Investigaciones en Salud del Reino Unido señala que un importante número de pacientes con Covid-19 tendrán síntomas que persistirán y que pueden afectar diferentes órganos y sistemas, incluso aumentando en un área y luego en otra.
Fuente: Portafolio