El Internet es una ventana hacia el mundo, sin embargo, también ha servido a miles de criminales como puerta para llegar a niños y adolescentes, por ello, Expedientes trató este domingo el peligro de la red.
Con la llegada de este avance tecnológico, también llegaron nuevas formas de cometer crímenes, y para cuales, la mayoría de padres no saben cómo enfrentar. Aunque muchos de los delitos que se cometen en Internet están orientados hacia las estafas, el robo de información y virus, los niños y adolescentes son las principales víctimas del grooming, sexting y la sextorsión.
¿Qué es cada uno de ellos?
Se conoce como grooming a la actividad de un adulto para ganar la confianza de niños o adolescentes. Por lo general, estos adultos se hacen pasar por menores para conseguir entablar una amistad con víctimas, y generar confianza para que estos realicen actos sexuales, incluso que lleguen a aceptar encuentros personales.
Esta es una práctica que va desde enviar mensajes con intensiones sexuales, aunque luego evolucionó a intercambiar imágenes y videos explícitos.
En muchos casos este crimen se origina de la actividad anterior (sexting), cuando un criminal posee material de índole sexual y obliga a la víctima, mediante chantaje, a continuar enviando imágenes, obligar a mantener relaciones sexuales o pedir dinero.
Marisol López, decidió hablar con Expedientes para contar cómo a los 16 años, llegó a interactuar con cientos de personas alrededor del mundo mediante redes sociales. Sin embargo, mediante Facebook comenzó una amistad con un hombre que se identificaba como Manuel, y quien le dijo vivir en España. La joven cuenta, que poco a poco, las muestras de atención de este hombre llegaron a hacer que se enamorara y que decidiera compartir imágenes explícitas de su cuerpo, cuando él se lo pidió.
Marisol también narró que mientras se conocían, él afirmaba su deseo de conocerla, pero la falta de empleo, enfermedad de su madre, y otras cuestiones se lo impedía. Ella incluso le envió dinero en varias ocasiones para apoyarlo. Cuando Marisol dejó de enviarle dinero, él comenzó a extorsionarla para no publicar sus imágenes.
Por fortuna para ella, y a pesar de lo difícil de la situación, habló con sus padres, cerró sus redes sociales y denunció a Manuel. Sin embargo, este era un perfil falso, por lo que nunca se volvió a saber de él. Aún ahora, Marisol vive con las consecuencias, acude al psicólogo y en algunas ocasiones siente que le falló a su familia.
Otras personas no han sido tan afortunadas como Marisol. En 2011 se supo de Heiser y Heydi, de 18 y 17 años, originarias de Puerto San José, quienes viajaron a Amatitlán para conocer a unos amigos que conocieron en Facebook. Con ellas viajarían otras tres adolescentes, pero no lo hicieron porque sus padres les negaron el permiso.
Heiser y Heydi conocieron a sus amigos, pero también las intensiones de estos. Luego de embriagarlas intentaron abusar de ellas. La información brindada por el Ministerio Público, señala que cuando ellas intentaron salir de la finca, fueron forzadas a regresar. Heydi fue violada y asesinada por Joel Tojes, guardián de la finca. Heiser también fue asesinada.
Eduardo Chen García y Saúl García Arriaza, contactaron con la familia de Heiser para pedir un rescate, finalmente se acordó pagar Q30 mil quetzales. Los padres supieron que su hija había sido asesinada 15 días antes de conseguir un acuerdo de rescate.