París Saint Germain y Barcelona vuelven a verse las caras en una cita que se ha ido convirtiendo en un duelo de alto voltaje por muchos motivos. Y en esta ocasión podría ser un duelo de los más especiales. No sólo por la presencia de Mbappé, que busca ganar la Champions con su club y que ha sido uno de los últimos verdugos para los culés que pasó por el Camp Nou, sino porque también está Luis Enrique o Dembélé, y viejas rencillas entre ambos clubes que arrancaron quizá con el histórico traspaso de Neymar por 222 millones de euros.
Ese traspaso supuso un antes y un después para ambos clubes. Los duelos no han cesado, tanto en el campo como en los despachos, que por cierto siguen muy calientes, y con la Superliga de fondo, otro punto que distanció a ambos clubes y, en concreto, a Laporta y Al Khelaifi.
Los ultras más radicales del PSG, que no viven unos cuartos de la Champions desde que regresaron al estadio hace ocho años, se han encargado de calentar el duelo recordando a los culés las ayudas arbitrales. “Este innoble Barcelona, tantas veces favorecido por el arbitraje, debe sentirse en territorio algo más que hostil”, apuntaban en un comunicado. Y es que la famosa remontada no se olvida en París. Aquella noche la indignación de Qatar llegó hasta la UEFA por el arbitraje de Aytekin en el histórico 6-1.
París Saint Germain – Barcelona y su historia en los fichajes
Las relaciones entre los clubes son ahora mismo muy frías. Los fichajes han sido siempre motivo de discordia. El PSG intentó fichar a Messi años antes de que se hiciera realidad. Los culés lo intentaron con Verratti, que se llegó a declarar en rebeldía, antes con Marquinhos o Thiago Silva, con maneras que no apreció el presidente del PSG. No fueron los únicos casos. El PSG no sólo se llevó a Neymar sino que estuvo rápido llevándose a una se las joyas de la Masia, Xavi Simons, y también le quitó prácticamente de las manos a Wijnaldum.
El caso es que también ahora mismo hay nombres sobre la mesa. En París no gustó que hace bien poco trascendiera que Qatar podía pagar 200 millones por Lamine Yamal porque en las altas esferas del club galo consideran que es una maniobra del entorno de la joya culé. Ahora que vuelven a verse las caras, ha salido a la luz el interés de París por Gavi, que viene por cierto de la campaña pasada.