Este martes, el papa Francisco realizó una visita inesperada a la Plaza de España en Roma para rezar ante la Inmaculada Concepción por los enfermos.
Esta visita no era esperada, y por ello nadie acompañó al Sumo Pontífice. La semana pasada el Vaticano anunció que esta tradicional visita sería cancelada para respetar las normas de distanciamiento social.
Francisco dejó un ramo de rosas blancas en la base de una gran columna coronada por una estatua de la Virgen María y rezó y se marchó en menos de 15 minutos tras su llegada.
Debido a que la visita fue a las 7:00 horas y estaba lloviendo, pocas personas consiguieron verlo.
“A las 7.00 de esta mañana, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, el Santo Padre fue a la Plaza de España para un acto de veneración privada de María Inmaculada”, informó después Matteo Bruni, portavoz del Vaticano.
Fuente: El Financiero