Brryan Jackson, de 31 años, conmocionó al mundo al revelar que su padre lo infectó con VIH para no pagar su manutención.
El estadounidense contó que su padre, Bryan Stewart, discutía fuertemente por el sustento económico del menor. Y durante una discusión, le gritó a su madre: “Tu hijo no vivirá más allá de los cinco años”. Tras ello, la pareja terminó separándose.
Cuando Brryan tenía 11 meses de edad, su madre decidió llevarlo al hospital debido a un ataque de asma. La sorpresa para la familia llegó cuando el padre del menor llegó y dijo que se haría cargo del cuidado del bebé, en lo que ella descansaba. Ese fue el momento que el hombre aprovechó para inyectarle sangre infectada con VIH.
Las autoridades señalan que el “objetivo de no tener que pagar a su exmujer la manutención de su hijo”.
Desde ese día, Brryan comenzó a experimentar cansancio, fiebre alta, dolores de cabeza y taquicardia. Hasta los cinco años, los médicos encontraron la causa de su sufrimiento: el niño tenía una infección avanzada de VIH.
Los médicos le dieron una esperanza de cinco meses de vida. Sin embargo, el pequeño logró superarlo y continuar viviendo.
“Pasé de tomar 23 pastilla al día a una y el virus es indetectable en mi cuerpo. Mi recuento de células T ha subido y tengo un cero por ciento de posibilidades de contagiar el virus”, comentó en 2013.
El caso de Brryan llegó a tribunales en 1998, y las autoridades determinaron que Stewart robó sangre de su trabajo, pues laboraba en un centro de análisis sanguíneos. El hombre fue detenido en 2016, y condenado a cadena perpetua.
Brryan decidió agregar una r a su nombre original (Bryan) y cambiar su apellido al materno, pues no quiere nada que lo relacione con el hombre que intentó acabar con su vida.
Fuente: Diario Correo