Recientemente, una tormenta solar dejó impactantes imágenes de auroras boreales en regiones inusuales. Aunque este fenómeno no representa un peligro directo para la salud humana, puede afectar seriamente los sistemas de comunicación y generación de energía. Ahora, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), se espera una nueva tormenta solar.
La región de manchas solares AR3664, que había permanecido oculta debido a la rotación del Sol, vuelve a ser el centro de atención. Se ha detectado una erupción solar en esta región, clasificada como X2.8.
Foto: SpaceweatherPara quienes no estén familiarizados con la clasificación, las erupciones solares se categorizan por letras: las más débiles son de clase B y las más poderosas, de clase X. La tormenta solar reciente procedía de una erupción de clase X1.1.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, a través de su nave Solar Orbiter, habría captado una impresionante llamarada de tipo X12 en esta región. Si esta erupción continúa emitiendo radiación, podría desencadenar una tormenta solar de categoría G5, la más intensa en la escala que mide su impacto en la Tierra.
Foto: VanguardiaLos efectos esperados incluyen la aparición de espectaculares auroras boreales, pero también varios riesgos:
Las tormentas solares de alta magnitud pueden causar apagones e interrupciones en las comunicaciones. Ante ello, los países más desarrollados, que dependen en gran medida de la tecnología, podrían ser los más afectados por estos eventos espaciales. La intensa actividad solar puede interferir con satélites, redes eléctricas y sistemas de navegación, causando trastornos en el frenético ritmo de vida moderno.