Una mujer que falleció en su apartamento ubicado en Woking, Surrey (Inglaterra), y por tres años nadie se percató de su cadáver.
Las autoridades encontraron los restos “en un estado momificado, casi esquelético” de la mujer de 38 años, identificada como Laura Winham, en mayo de 2021, cuando la familia exigió a las autoridades ingresar en su apartamento para saber sobre su paradero.
Autoridades creen que Laura falleció en noviembre de 2017, las causas de su fallecimiento continúan sin establecerse.
Desde su nacimiento, la joven enfrentó dificultades como el síndrome de Goldenhar, una enfermedad que causa anomalías en ojos, orejas, mandíbula y la columna. Además, luchaba contra la esquizofrenia.
Esta enfermedad la llevó a alejarse de su familia porque creía que la dañarían. La familia tuvo que respetar sus deseos y ella quedó bajo resguardo de las autoridades.
Tanto los servicios sociales como de salud quedaron al cuidado de Laura. Por desgracia, nunca fue controlada por su enfermedad, y los funcionarios de servicio social no volvieron a visitarla luego de una crisis que experimentó en 2014.
En 2016 se detuvo el subsidio que recibía Laura debido a su discapacidad. El motivo fue que no respondía las cartas del Departamento de Trabajo y Pensiones.
En octubre de 2017 la policía visitó a Laura y comentaron a servicios sociales que estaba “descuidándose a sí misma, tenía poca comida y parecía no saber cómo acceder a los servicios locales para recibir ayuda”.
Pese a lo revelado por las autoridades, no se hizo mucho por ayudarla. Se le llamó y se le escribió cartas, aunque ya sabían que el teléfono de la mujer no funcionaba. Luego dejaron de intentar contactarla.
Se cree que en noviembre falleció debido a que dejó de marcar los días de su calendario y alcanzó a escribir la frase “necesito ayuda”.
El arriendo del apartamento, por ser un proyecto social, se continuó pagando por lo que nadie sospechó que ocurría algo extraño.
El hermano de Laura, Roy, y su madre, Marilyn, ignoraron los deseos de Laura y acudieron a su vivienda para saber de ella. Al asomarse por el buzón vieron lo que creyeron era un pie debajo de una frazada. Así llamaron a la policía y se ingresó al apartamento.
Ahora, la familia exige que se establezcan responsabilidades de los servicios de salud que tenían que velar por Laura.
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