Kohei Kirimoto, un artesano de 8ª generación, vio su taller centenario completamente en ruinas, pero lo que realmente lo destruyó fue la desaparición de sus tres gatos a causa del terremoto que afectó Wajima (Japón).
El laqueador de 31 años continúa recorriendo las ruinas de su taller y de la ciudad mientras llama a sus tres gatitos.
Kirimoto puso agua y comida tanto para los tres gatos que vivían en su hogar y lugar de trabajo, así como para decenas de gatos de la comunidad que pasaban en el mercado Asaichi.
Entre lágrimas, Kirimoto, señaló: “La calidez de la gente de esta zona y de la tierra se reflejaba en la vida cotidiana de los gatos. Quiero ayuda a esos gatos que e esconden en algún lugar a volver a su existencia cotidiana”.
“No me preocupan las herramientas ni el arte. Puedo recrear esas cosas tantas veces como quiera. Sólo me preocupa la vida, la vida de los gatos”, aseguró ante los medios de comunicación.
Kirimoto adoptó a su primer gato (Gura) durante la crisis del Covid-19, asegura que este animal lo ayudó a superar el encierro.
A Haku y San los adoptó recientemente en un santuario cercano.