Bajo la mira: Secuelas de un robo

Impotencia, tristeza, miedo, consecuencias emocionales e incluso físicas, forman parte de las secuelas que viven algunas personas después de un robo con violencia.

El equipo de Expedientes consiguió conversar con don Marco Tulio, quien hace 14 años fue víctima de un robo a mano armada. El hombre explica que ese día acudió a retirar una fuerte cantidad de dinero, algo que lo obligó a acudir a diferentes agencias bancarias. Tras salir de la última agencia bancaria, Marco Tulio contó todo el dinero dentro de su vehículo y lo guardó junto.

Marco Tulio, sabiendo que podría ser asaltado, decidió meterse el dinero dentro de la camisa. Segundos después observó que dos hombres descendieron de un vehículo para acercarse a él. Un movimiento de este hombre alertó a los delincuentes, uno de ellos le disparó en el pecho, por fortuna, el dinero amortiguó las balas.

Sin embargo, el delincuente regresó y le disparó en la cabeza. Este bala le atravesó la cabeza. Ahora, 14 años después de ese trágico incidente, vive con las consecuencias al perder parte de la audición en ambos oídos y su ojo derecho.

Mientras salía de trabajar, Josué Arrocha, fue abordado por un grupo de hombres. Aunque dio su teléfono, este grupo no estaba conforme por lo que comenzaron a atacarlo, uno de los hombres lo apuñaló por la espalda y le perforó el pulmón.

Miguel también fue abordado por un grupo de delincuentes. Al inicio, él se negó a entregar sus pertenencias, hasta que finalmente el grupo comenzó a golpearlo hasta hacerlo perder el conocimiento. Él relató que despertó mientras era atendido por en un centro asistencial.

Una segunda oportunidad de vida

Marco Tulio, Josué y Miguel, han obtenido una segunda oportunidad de vida, aún viven con las consecuencias.

Marco Tulio reconoce que a partir de ese incidente su carácter cambió y esto también afectó su vida familiar. Y su familia reconoce que también para ellos es difícil, pues el incidente ha hecho que Marco Tulio se vuelva dependiente de ellos.

Miguel y Josué, si bien no perdieron un miembro, continúan con problemas de salud a causa de sus heridas, y especialmente psicológicas. Los tres confesaron a Expedientes que el asalto los mostró como personas que perdieron validez para la sociedad, por lo que les es difícil conseguir trabajo.

¿Cómo captan a las víctimas?

Un experto señaló al equipo de investigación, que los asaltantes no trabajan solos. Los delincuentes suelen estudiar áreas para realizar sus ataques. Y prefieren los lugares en donde no existen cámaras de vigilancia, pero también suelen estudiar los horarios de sus víctimas.