Un crimen irrumpió la tranquilidad en Esquipulas, donde un ataque armado cobró la vida de una familia. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó que heridas producidas por arma de fuego provocó la muerte de los cuatro miembros de una misma familia.
Los nombres de las víctimas son: Josué David Munguía Hernández, de 20 años, comerciante de profesión; María Luisa Hernández, de 53 años, dedicada al trabajo doméstico y madre de Josué; Marlen Rosibel López Cruz, estilista de 27 años; y Edwin Joseth Pineda, de 28 años, piloto de mototaxi. Su destino fue sellado dentro de un mototaxi, a escasos metros de su propio hogar.
Las investigaciones han revelado un panorama desolador: la familia había sido blanco de amenazas previas, sembrando un manto de temor que finalmente se materializó en tragedia. Desde hace tres meses, vivían bajo la sombra de la muerte, enfrentando intimidaciones que los acechaban en cada rincón de sus vidas.
María Luisa, con la intuición aguda de quien presiente el peligro, había advertido a sus seres queridos sobre las amenazas que los acechaban. “Ella decía que tarde o temprano la iban a matar”, lamentó su hermana.
La familia clama por justicia, pero las sombras del miedo continúan, pues las amenazas continúan contra otros miembros de la familia. Por otro lado, sobre cuál habría sido el motivo del ataque, una de las hipótesis es que fueron los propios vecinos de las víctimas los culpables.