La isla de San Lucas, que alberga los restos de una de las cárceles más tenebrosas
La isla de San Lucas, alberga los restos de una de las cárceles más tenebrosas en la historia de Costa Rica, ha sido convertida en un parque nacional y atractivo turístico.
Situada en el Golfo de Nicoya, San Lucas funcionó como centro de reclusión entre 1873 y 1991. Abandonada durante varios años desde la clausura del penal, la isla fue abierta en agosto pasado a la visita de turistas, con restricciones por la pandemia de covid-19.
“San Lucas es un destino espectacular, tiene cultura, historia, arquitectura, playas, biodiversidad. Es el tesoro mejor guardado del Pacífico”, declaró la primera dama, Claudia Dobles.
En los 117 años que sirvió como cárcel, San Lucas fue inicialmente un sitio para recluir “políticos indeseables” para el gobierno del entonces gobernante militar, Tomás Guardia.
Al recorrer los senderos que cruzan las 500 hectáreas del lugar, se observan los restos de las primeras edificaciones para recluir internos en medio del bosque.
San Lucas solo recibe visitantes los fines de semana, que ingresan en tres turnos de un máximo de 40 personas, sin posibilidades de permanecer en algunas de sus playas.
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Fuente: infobae.com