La irritación en la piel por fricción es una de las lesiones más frecuentes, pero pocas personas saben cómo aliviar en caso ocurra alguna. Pocos saben que los cuidados desde el primer momento son clave para acelerar el proceso de regeneración de la piel.
Las también quemaduras leves por fricción se pueden producir cuando la piel roza con brusquedad o en repetidas ocasiones la superficie áspera u otro elemento. Frecuentemente ocurre en ámbitos deportivos.
En los niños suelen ocurrir cuando juegan debido a que su piel es aún más delicada y suele rozar sin protección la superficie de juegos infantiles.
Este tipo de lesiones se caracteriza por la aparición de erupciones dolorosas, así como escozor e incluso sangrado.
Las lesiones desaparecen tras evitar el contacto con lo que causa fricción, pero en algunas ocasiones se complica la curación y de no tratarse correctamente puede causar una infección.
Estas lesiones son llamadas “escoceduras” o “excoriaciones”, y comunmente “rozaduras”.
Cómo aliviar la irritación en la piel por fricción
Dejar correr agua fría. Aplicar agua sobre la herida, pero no fría, y aplicar jabón neutro con cuidado de no restregar. El lavado es importante para eliminar la sociedad y partículas extrañas que puedan causar una infección. Además, el agua fresca puede ayudar a aliviar el dolor.
Es importante no aplicar sustancias irritantes como alcohol o agua oxigenada sobre la herida. Aunque son buenos desinfectantes solo causan mayor irritación en la piel y retrasa el proceso de regeneración.
Hidratar la herida. Tras la limpieza de la quemadura y de no existir sangrado ni cortes en la piel es conveniente aplicar una pomada antiséptica específica para la regeneración de la piel.
Cubrir la herida. Dependiendo del tamaño de la excoriación se puede utilizar un apósito o gasa. Se recomienda que solo se cubra cuando sea necesario.
Se recomienda que se lave las heridas una o dos veces al día y continuar el uso de la pomada.
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