Jesús Adrián González es un niño que nació sin una pierna, pero que a los 10 años ha demostrado que para él no existen límites, pues se ha convertido en árbitro gracias a su dominio de las situaciones, su conocimiento del deporte y su gusto por el deporte.
Elkin González, padre del menor, explicó que él es árbitro de fútbol y fue la propia inspiración para que Jesús Adrian comenzara a adentrarse a ese mundo. Con apenas ocho años, el menor comenzó a hacer sus primeros pitidos en los partidos de práctica. Un año después, el menor debutó en un partido de la liga local infantil.
“Para nosotros es un gran orgullo. Lo amamos. Su buen rendimiento no solo es en la cancha, también es de los mejores en el colegio. Del top-3 no se baja”, explicó su padre.
‘Ñañi’, como le llama su familia, al inicio era como la mayoría de los niños: quería ser futbolista, hasta que comenzó a ver lo que su padre hacía en el terreno de juego.
“Yo iba a ver el fútbol, porque antes era futbolista, y ahí me comenzó a gustar esa profesión hermosa”, contó el jovencito.
Por el momento, Jesús Adrián es cuarto árbitro suplente. Sin embargo, el menor sueña con más, tiene trazada la meta de estar presente en los partidos del torneo colombiano y también en los Juegos Paraolímpicos.
“Mi mayor sueño es ser cuarto árbitro del fútbol profesional colombiano. También quiero impartir justicia en unos Juegos Paralímpicos”, indicó.