El jinete japonés Yoshi Oiwa ha marcado un hito en la historia deportiva de su país al conseguir una medalla de bronce en hípica en los Juegos Olímpicos de París 2024, una hazaña que no se lograba desde hace 92 años.
La histórica conquista no solo se debió a su constancia, destreza y dedicación, sino también a la extraordinaria actuación de su caballo, MGH Grafton Street.
Tras el triunfo, ambos posaron sonrientes para una selfie del recuerdo que preservara la gran hazaña.
La curiosa foto se hizo rápidamente viral en redes sociales.
Oiwa, visiblemente emocionado al recibir su medalla, declaró: “Todavía no lo puedo creer. Siento que finalmente lo logré”. Además, no escatimó en elogios hacia su compañero equino, destacando su sorprendente desempeño: “No es un caballo particularmente bueno en obstáculos, pero hizo un trabajo increíble”.
La foto mencionada, consiste en Oiwa abrazando al caballo, que parece compartir la alegría del momento con una “sonrisa” equina.
Este logro no solo marca un hito personal para Oiwa, sino que también simboliza un renacimiento en la equitación japonesa, inspirado por la tenacidad y el espíritu de equipo. Con esta medalla, Oiwa y su equipo esperan inspirar a futuras generaciones de jinetes en Japón y en todo el mundo.
El último precedente de Japón en esta disciplina se remonta a 1932, cuando Takeichi Nishi, montando a Urano, ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Desde entonces, Japón había tenido dificultades para alcanzar nuevamente el podio en equitación.