Un transeúnte en la ciudad de Bakú, Azerbaiyán, se acercó a una bolsa junto a un cubo de basura, al notar que se movía.
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Sin embargo, al abrirla se llevó una enorme sorpresa de descubrir que dentro de ella se encontraba un bebé empapado en sangre.
El recién nacido, aún estaba unido a su cordón umbilical y tenía la placenta.
El pequeño había comenzado a moverse al quedarse sin oxígeno, era claro que el niño había sido dejado para que muriera.
El transeúnte suavemente tomó a la criatura y la metió en su chaqueta y lo llevó a urgencias.
Funcionarios anunciaron que por fortuna el bebé había sobrevivido y recibirá tratamiento.
La policía investiga el incidente y buscan a la madre del bebé, quienes creen es la responsable de abandonar al niño.