Una pareja de esposos cuenta con cabritos que los tratan como sus mascotas dentro de su granja. Los animales empiezan a hacerle ruido a sus dueños como señal de que quieren algún afecto físico. El esposos carga a cada uno de ellos para darles un gran abrazo y así se queden más tranquilos en todo el día. Sin duda, las mascotas también sienten el cariño que sus dueños les brindan día a día.