Una ola de calor de intensidad extremadamente rara que afecta estos días el oeste de Canadá y Estados Unidos volvió este lunes a marcar un nuevo máximo: las temperaturas han llegado a rozar los 48 grados. El calor extremo ha obligado a cerrar escuelas y centros de vacunación; las pruebas de selección olímpica cambiaron y los ciudadanos se han tenido que refugiar en centros de “refrigerio”.