Desde hace más de una semana desde que un terremoto golpeo a Turquía y Siria, dejando miles de personas fallecidas y personas dignificadas, ha habido historias de milagros.
La madrugada del lunes, cuando se derrumbó el edificio donde vivía, Necla junto a su esposo y sus dos hijos quedaran sepultados bajo los escombros.
La mujer de 33 años se encontraba alimentando a su hijo de apenas 10 días de nacido cuando sintió que todo a su alrededor empezaba a temblar.
“Cuando inicio el temblor, quería ir donde mi esposo, en la otra habitación. Él quería hacer lo mismo” ,cuenta Necla.
“Pero debido a la magnitud del terremoto, trato de llegar donde estaba con su otro hijo, un armario se les cayó encima y les fue imposible moverse”.
Necla comentó que se vio recostada con su bebé entre brazos sobre su pecho, y fue un armario que había caído justo a su lado, salvo la vida de ambos al impedir que una gran losa de hormigón los aplastara.
Pensaba que así no era como se suponía que debía ser la vida. “Planeas muchas cosas cuando tienes un nuevo bebé y de repente estás bajo los escombros”, comentó.
También la preocupada como les había ido a otros familiares, pensando que no lograría salir de los escombros
Pero la presencia de Yagiz le dio una razón para mantener la esperanza. Yagiz que significa “valiente”.
Después de casi 4 días debajo de la tierra, escuchó los ladridos de los perros, también logró escuchar otras voces gritando ¿Estás bien?
Los rescatistas cavaron cuidadosamente en el suelo para localizarla mientras ella sostenía a Yagiz.
Trasladaron a ambos a un hospital donde los esperaban varias familias, entre ellos su esposo y su otro hijo.
Sorprendentemente, Necla y Yagiz no sufrieron lesiones físicas graves. Estuvieron en observación en el hospital durante 24 horas antes de darles el alta.