La tripulación de un rompehielos ruso, notó la presencia de un perro en medio del gélido Ártico. Al notar que el animal se movía con dificultad sobre la superficie congelada, decidieron rescatarlo.
El capitán del rompehielos ordenó que se colocara una escalera para que el perro pudiera abordar el barco, sin embargo, a la tripulación le resultó difícil convencer al animal de acercarse, ya que este estaba temeroso.
Finalmente, tras varios intentos, el animal consiguió ascender al barco donde le brindaron agua y alimentos. La tripulación cuidó al animal hasta que gracias a un aerodeslizador, fue devuelto a su casa.
La dueña del animal, llamado Ayka, contó que al inicio le costó reconocer a su perro, pues este parecía estar muy estresado y le costaba caminar, algo que se atribuye al daño causado por el hielo.
Según comenta la prensa local, Ayka llevaba una semana perdido, luego de escapar de su casa.
Fuente: ABC.es