Después que numerosos países cortaran toda conexión con el Reino Unido, debido a la mutación de coronavirus que agrava el caos a diez días del Breit, el primer ministro Boris Johnson se reúne de urgencia con su gobierno.
En la mañana de este lunes, varios carteles colocados en la autopista sur de Inglaterra, alertaban a los viajeros y transportistas el cierre de la frontera con Francia, que la noche anterior decidió suspender todos los enlaces por tierra, mar y aire con el país durante 48 horas.
Gran parte de los productos que importan los británicos llega desde allí y una importante cadena de supermercados, advirtió que si las perturbaciones se prolongan podrían faltar aprovisionamientos de alimentos frescos.
Por su parte las autoridades aseguraron que hay reservas para días pero se temía que los consumidores se lanzasen a hacer acopio, en un movimiento de pánico a pocos días de las fiestas navideñas.
Aunque la variante no parece más letal que las anteriores, es hasta 70% más contagiosa, afirmó el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock.
Por ese motivo, Johnson volvió a confinar repentinamente a los nueve millones de londinenses y a siete millones de personas más en el sur del país, donde las familias no podrán reunirse en Navidad.
Fuente: jornada.com.mx