Las políticas fronterizas restrictivas han llevado a miles de personas a cruzar por rutas más remotas y peligrosas, llevando al migrante a abandonar sus sueños de un mejor futuro y enfrentarse a la cruda realidad.
El Centro Colibrí para los Derechos Humanos, que ayuda a localizar e identificar los restos de migrantes en zonas fronterizas de los países norte; indica que desde el inicio de la pandemia, más de 250 migrantes desaparecieron intentando cruzar la frontera de Estados Unidos. ¿Qué hay de Guatemala?
El equipo de Expedientes no quiso quedarse con los números. Por eso entrevistó a personas que se vieron obligadas a migrar e incluso hizo el recorrido con algunas personas que han transportado a migrantes.
La principal denuncia de mujeres migrantes es el abuso sexual que sufren incluso por parte de autoridades guatemaltecas al momento de ser detenidas. Todos estos delitos no son denunciados por el hecho que las víctimas son migrantes.
Alejandra Cano y su equipo visitó Comitancillo, San Marcos, lugar agrícola del cual partieron la mayor parte de los 16 migrantes que murieron en Tamaulipas (México), mientras buscaban llegar a Estados Unidos.
Anderson Marco Antulio Paulo Mauricio, un joven de 16 años, fue una de esas víctimas. La familia señala que el mayor de los nueve hermanos partió hacia Estados Unidos; su plan era trabajar cuatro años en ese país para poder construir una vivienda. Su madre cuenta que su hijo dejó de estudiar una carrera, pues no podría ejercerla en el pueblo.
Pese a las negativas de la familia, el joven se marchó. Pese a lo ocurrido a Andreson, su hermano de 15 años, ya ha comunicado a su familia que pronto emprenderá su viaje a los Estados Unidos, su sueño es el mismo que el ahora fallecido: ayudar a su familia.
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