Una pintura realizada por un robot fue subastada y vendida, marcando un hito en la evolución tecnológica.
La androide realizó un retrato del matemático inglés Alan Turing, el cual fue vendido en un total de 1.08 millones de dólares.
Asimismo, la robot fue capaz de explicar su obra, señalando que el valor de su obra reside en la capacidad de provocar la refelxión.