El invierno de noviembre de 2020 quedó marcado en la memoria de miles de familias guatemaltecas, debido a la destrucción causada por los huracanes Eta e Iota. Se estima que los fenómenos meteorológicos provocaron una destrucción valorada en 6,000 millones de quetzales.
Las pérdidas más grandes se registraron con la destrucción viviendas particulares (2,444 millones de quetzales). La segunda categoría con mayor pérdida es la agropecuaria (1,215 millones de quetzales). Se añade el costo de la atención por la emergencia (66 millones de quetzales).
En tan solo 14 días, Eta e Iota causaron inundaciones, deslizamientos y flujos de lodo. Afectando 16 departamentos de Guatemala. Según SEGEPLAN y CONRED, los departamentos más afectados fueron Alta Verapaz e Izabal. Los fenómenos causaron la muerte de 61 personas y la desaparición de al menos 99.
El equipo de Expedientes, realizó un reportaje sobre cómo se encuentran algunas comunidades que fueron testigos de la fuerza de la naturaleza.
Una de las muchas comunidades marcada por la destrucción del invierno
La comunidad Rancho Grande, en El Estor (Izabal), está prácticamente incomunicada; la única forma de llegar a ella es atravesando el Río Polochic. Y en la temporada de lluvias esta comunidad rural palea con los estragos ocasionados por las inundaciones, el año pasado cientos de personas fueron evacuadas y albergadas debido a Eta e Iota.
Este año, mientras esperan que la época lluviosa no sea tan dura con ellos, han tenido que enfrentarse a otros retos como lo son las enfermedades ocasionadas por la proliferación de zancudos y la falta de agua potable. La escasez de alimento debido a la pérdida de plantaciones y animales de granja.
El lago de Izabal también es una víctima, tanto de la contaminación como de la pesca ilegal. Personas que se dedican a la pesca artesanal señalan que quienes han llegado a utilizar la “pesca de arrastre” están acabando con la diversidad de peces, aún en tiempo de veda.
Cada año en invierno, el río Polochic lleva al lago de Izabal miles de toneladas de basura, pero la contaminación también ha crecido por la deforestación, el uso de agroquímicos y que se usa como depósito de aguas negras.
La situación difícil dejada por el invierno no es exclusivo del interior del país, la CONRED señala que solo en el departamento de Guatemala hay 775 lugares vulnerables a inundaciones o deslizamientos de tierra.