Alan Eugene Miller, de 57 años, es un hombre que sobrevivió a la pena de muerte, y quien ahora demanda al estado de Alabama (Estados Unidos) para evitar una segunda inyección letal.
Este hombre fue condenado a muerte por acabar con la vida de tres personas, dos compañeros de trabajo y un desconocido en la misma empresa en la que trabajaba: Terry Jarvis, Lee Holdbrooks y Scott Yancy, en 1999.
Su ejecución se programó para el 22 de septiembre de 2022 y se eligió como método la inyección letal.
Sin embargo, cuando los encargados estaban por inocular al condenado, nunca pudieron encontrar una vena para administrarle los medicamentos. Tras una hora y media de picotearle sin éxito los brazos, se dio la orden de posponer su ejecución hasta nuevo aviso.
Miller se convirtió en el único sobreviviente de una ejecución, y bajo el argumento de haber sido martirizado física y mentalmente, decidió demandar a Alabama para tratar de evitar que se le programe un segundo intento de ejecución.
Antes del intento fallido de ejecución, el propio Miller había solicitado que esta se realizara con hipoxia de nitrógeno, pero este método aún no se realiza en Alabama.
Aunque libró su primer intento de ejecución, la posibilidad de que reciba un indulto es baja.