Con forme pasa el tiempo y la pandemia sigue cobrando vidas, son cada vez más los estudios que buscan comprender a la enfermedad, sin embargo, los anticuerpos han despertado un peculiar interés.
La respuesta del cuerpo humano a una infección se desarrolla en dos partes. Primero, una respuesta innata, que libera sustancias químicas y glóbulos blancos que luchan contra un virus y lo destruyen. El segundo es una respuesta inmune adaptativa que, junto con otros efectos, produce anticuerpos dirigidos que pueden adherirse a un virus y detenerlo. Si este último es lo suficientemente fuerte, puede crear una respuesta duradera a la infección que proporcionará protección futura al sujeto.
En este contexto, un estudio realizado por Investigadores de la Universidad Fudan en Shanghai, reveló que en pacientes que tenían anticuerpos específicos de la enfermedad la infección podría empeorar en algunos casos ya que serían potenciales facilitadores para que el COVID-19 invada las células inmunes.
La investigación se llevó a cabo en 222 pacientes. En aquellos con síntomas leves, los anticuerpos específicos que encontraron, estaban presentes en un 8% mientras que en las personas que se recuperaron de la enfermedad pero de forma grave un 76%.
El problema, de acuerdo a los investigadores, es conocido como mejoramiento dependiente de anticuerpos, o ADE, que se produce cuando los anticuerpos existentes reaccionan al virus invasor y desencadenan una reacción exagerada peligrosa. Algunos investigadores han sugerido que ADE podría explicar por qué el virus es más mortal en los ancianos y menos en los niños.
Lo cierto es que si bien los anticuerpos pueden neutralizar a un atacante, las moléculas en forma de tenedor a veces pueden ser utilizadas por un virus para ingresar a las células humanas. El equipo de Huang descubrió que este fenómeno de ADE tendía a ocurrir cuando el nivel de anticuerpos en la sangre era relativamente bajo. En pacientes con una gran cantidad de anticuerpos, hicieron su trabajo de neutralizar el virus.
Por otro lado, los especialistas identificaron un anticuerpo llamado 7F3 que se encuentra en pacientes infectados. El mecanismo es que después de que se une al nuevo coronavirus, puede hacer que la envoltura viral y la membrana celular se “fusionen” a través de un receptor en las células inmunes.
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Fuente: infobae.com