En Guatemala la prostitución no es reconocido como un trabajo, y por tanto no es regulado. Sin embargo, se estima que más de 2,500 mujeres transgénero deben de recurrir a esto debido a la necesidad y falta de oportunidades laborales.
Algunas de estas mujeres trans han comenzado a integrar grupos delincuenciales que se dedican a asaltar conductores. Una de las víctimas relató a Expedientes, que una de estas mujeres se acercó a su automóvil y mientras les ofrecía sus servicios, consiguió deshabilitar el seguro de su vehículo e ingresar a él para despojarlo de sus pertenencias.
Vecinos del lugar conocido como “la calle de los asaltos”, indican que en muchas ocasiones deben cambiar su rumbo, ya que viven con el temor de ser víctimas de asaltos. Algunas veces, vecinos han visto cómo algunos motoristas desprevenidos son despojados de su vehículo, y cómo muchas personas que solicitan sus servicios son asaltadas.
Uno de los taxistas que trabaja para ellas, cuenta que ha sido testigo de varios asaltos, pero también de cómo se realiza la venta de drogas en las calles.
Autoridades de la Policía Nacional Civil han indicado que los puntos donde se registran más denuncias de este tipo de asaltos son desde la tercera a la octava calle.
Zona 1, zona 6 y zona 18, han sido catalogadas como las zonas más peligrosas de la Ciudad de Guatemala.
Expertos señalan que es necesario realizar un trabajo de inteligencia para poder desarticular a estos grupos criminales.
No todas estas mujeres conforman grupos criminales, y en muchas ocasiones son ellas las víctimas de crímenes de odio, asaltos e incluso violaciones.