El pasado 27 de noviembre de 2024 en la ciudad Colonial, se llevó a cabo el lanzamiendo del libro “Las Calles de la Antigua Guatemala“, obra escrita por Johann Melchor Toledo, con la colaboración de la Fundación Valle de Panchoy y el patrocinio de Banrural, fue presentada públicamente en un evento que contó con la presencia de diversos sectores de la comunidad antigüeña y literaria del país.
El libro constituye una invaluable fuente de información sobre la historia de las calles de La Antigua Guatemala, motivando a quienes residen en ella, así como a sus visitantes, a descubrir los tesoros que pueden disfrutarse y apreciarse en la ciudad y que constituyen la grandeza de su patrimonio.
La Antigua Guatemala resurgió de entre los escombros dejados por los terremotos de 1773. La urbe quedó muy dañada y el posterior traslado la dejó desolada, como lo apunta el padre Gustavo González Villanueva: “Después del terremoto del día de Santa Marta, la suntuosa ciudad de mil bellas cualidades, pasó de hecho y de derecho a ser suelo proscrito”.
La ciudad estuvo prohibida como lugar habitable hasta 1799, cuando se creó un nuevo ayuntamiento. Las calles volvieron a ser transitadas, aunque algunas habían sido cubiertas de tierra por los desbordes del río Pensativo; otras habían quedado llenas de escombros y basura. El nuevo ayuntamiento realizó labores de limpieza y embellecimiento. Sin embargo, las calles empedradas, que estaban cubiertas de polvo y despojos, quedaron a un nivel más alto, sobre el que se puso, paulatinamente, el nuevo empedrado.
En 1944, el presidente Jorge Ubico Castañeda la declaró Monumento Nacional. El mandatario ordenó que la ciudad no fuera modernizada y que se recuperaran varias ruinas. El 21 de noviembre de 1969, el presidente Julio César Méndez Montenegro firmó el decreto 60-69 del Congreso de la República, que creó la ley protectora de La Antigua Guatemala. Esta legislación fundó el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala -CNPAG- que desde entonces se ha dedicado a conservar y restaurar la ciudad. En 1979, fue declarada por la UNESCO “Patrimonio Cultural de la Humanidad“, elevando con esa distinción su importancia cultural y turística.
Durante la velada, Lizardo Sosa, Presidente del Consejo de Administración de Banrural, declaró que “a través de iniciativas de responsabilidad social, como la publicación del libro las Calles de La Antigua Guatemala, Banrural hace evidente su compromiso de valorar y preservar la riqueza cultural del país, constituida por sus costumbres, tradiciones y patriminio histórico”.