Este viernes, Rusia lanzó la amenaza de intensificar los ataques contra Kiev, capital de Ucrania. La razón es que responsabiliza a la nación ucraniana de ser la responsable de bombardear pueblos en su territorio y el hundimiento de su buque insignia en el mar Negro.
Igor Konashenkov, portavoz del ministerio ruso de Defensa, señaló: “El número y la magnitud de los ataques con misiles en lugares de Kiev aumentarán en respuesta a todos los ataques de tipo terrorista y a los sabotajes perpetrados en territorio ruso por el régimen nacionalista de Kiev”.
El Comité de Investigación de Rusia afirmó que dos helicópteros ucranianos realizaron “al menos seis disparos contra viviendas residenciales del pueblo Klimovo”, y sostuvo que siete personas resultaron heridas, entre ellas un bebé.
El ministerio de Konashenkov informó que misiles tierra-aire destruyeron una fábrica cerca de la capital ucraniana.
Desde entonces, las alarmas antiaéreas comenzaron a sonar, pues se registraron más explosiones en el suroeste de Kiev.
Mientras Moscú afirma un ataque a pueblos rusos en la frontera, Kiev rechaza las acusaciones.
Ucrania sostiene que los servicios secretos de Rusia son los responsables de los ataques a su misma nación con el fin de causar “histeria antiucraniana”.