Investigaciones recientes han revelado cambios importantes en el cerebro de la mujer cuando está embarazada. Escaneos repetidos han permitido a los científicos observar la evolución cognitiva hacia la maternidad, y los resultados son sorprendentes: el “cerebro de mamá” es una realidad.
Sin embargo, el “cerebro de mamá” no sería en el sentido de que las madres se volverían distraídas o confusas, como suele pensarse. En lugar de eso, se han identificado transformaciones que preparan el cerebro para la crianza.
Cambios que suceden en el cerebro de una mujer embarazada
La neurocientífica Liz Chrastil y su esposo hicieron estudios y gracias a ello, dieron una vista de un evento que ha sido ignorado durante mucho tiempo por la ciencia.
Durante el embarazo, se produce una reducción en el volumen de ciertas áreas clave del cerebro, especialmente en la corteza, la capa externa arrugada de su cerebro. Esta reducción en la materia gris no es temporal; se ha documentado que persiste a largo plazo. Esto reflejó cuán maleable era el cerebro de Chrastil de un mes a otro.
Por otro lado, Sharna Jamadar, neurocientífica de la Universidad de Manash dijo sobre el convertirse en madre: Afecta la “biología, la cognición, su sentido de sí misma y su lugar en la sociedad e incluso su riesgo de deterioro cerebral en la vejez”.
Actualmente, se está llevando a cabo un proyecto más amplio para escanear los cerebros de más mujeres embarazadas y verificar cuán universales son estos cambios. También, se espera que estos estudios puedan ayudar a desentrañar preguntas más profundas, como cómo los cambios en la estructura cerebral influyen en el comportamiento y el pensamiento, o por qué algunas mujeres desarrollan depresión posparto.
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Perspectivas a largo plazo
El embarazo, a pesar de ser un evento fundamental en la vida humana, ha sido sorprendentemente poco estudiado en cuanto a sus efectos sobre el cerebro. Los estudios han revelado cambios permanentes en la estructura cerebral, los cuales, aunque todavía no se comprenden del todo, podrían tener un impacto profundo en la salud mental y emocional de las madres a lo largo de su vida.
Fuente: Infobae