Numerosos vídeos, teorías y mitos giran en torno al icónico barril de El Chavo del 8, el que salió en casi todos los capítulos del famoso programa. Si bien muchos han tratado de imaginarse qué es lo que había dentro del barril, lo cierto es que tanto dentro como fuera de la serie se dice que en realidad no era su casa sino un lugar que usaba de escondite.
Pese a que el mismo protagonista principal de El Chavo del 8 dijo en más de una ocasión que el barril no era su casa sino el departamento 8 de la famosa vecindad, aunque nunca se mostró en pantalla ni se supo con quién vivía.
En un sketch de Chespirito de 1983 titulado “El Chapulín Colorado Visita La Vecindad”, el superhéroe apareció del interior del barril respondiendo al llamado de El Chavo del 8.
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Después de una breve presentación (uno asegurando que se parecía a alguien que conocía y el otro que había visto su rostro en alguna parte), El Chapulín Colorado se paseó por la vecindad e interactuó con todos los residentes.
En la escena final del episodio, El Chapulín Colorado le obsequió una torta de jamón a El Chavo del 8, la misma que depositó dentro del barril y mostrando que lucía como cualquier otro pero con el detalle que albergaba a una versión microscópica del famoso huérfano.
Roberto Gómez Bolaños mostró en pantallas cómo se veía el barril por dentro, en la vida real la situación es distinta. Si bien la verdadera era un set de televisión, existía una réplica abierta al público en general.
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Se trataba de una réplica casi exacta de la vecindad de El Chavo del 8 en la que los seguidores de la serie podían vivir la experiencia de encarnar sus momentos favoritos del programa, incluso metiéndose dentro del famoso barril.
Un detalle a mencionar es que, la réplica del barril tenía una silla incorporada en su interior al igual que la original que usaba Roberto Gómez Bolaños y su elenco en las grabaciones de El Chavo del 8.
Fuente: laprensagrafica.com
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