En últimas ocasiones, España ha sido el lugar de los destrozos al patrimonio artístico. La restauración del Ecce Homo de Borja, que encumbró a una mujer llamada Cecilia como una leyenda de este país. También están el San Jorge de Estella, deshonrado por un “maestro de la artesanía” de Navarra, y las tres tallas de madera de los siglos XV y XVI que fueron convertidas en coloridas caricaturas por una vecina de Asturias.
foto: twitter.com/Frfrancisliu
Ahora ha vuelto a pasar, pero esta vez ha ocurrido en China. Así quedó un santuario budista de Sichuán, al sudeste del país, después de pasar por un trabajo de mantenimiento con pintura incluida.
fotos: es.gizmodo.com
Según el historiador del arte Jin Xu, fueron unos empleados locales los encargados de esta fallida restauración. “El peor trabajo de restauración que he visto en mi vida”, dijo Jin. “Me quedé sin palabras”.
El monumento fue tallado en una cueva durante la dinastía Tang, por lo que tiene más de mil años. La restauración acabó convirtiendo a Buda, que ya de por sí estaba en muy mal estado, en el portero de futillo de madera.
Tomado de: es.gizmodo.com
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