El pasado 26 de octubre, en una playa de Nueva Zelanda, el pescador Gus Hutt, reviso sus redes a las 7 de la mañana sus redes de pesca por si había capturado algo.
cdni.rt.com
De pronto identificó algo flotando en el mar, percatándose que era un bebé de 18 meses, todavía con vida. El rescate fue “milagroso y trascendental”, en palabras de la copropietaria del Murphy’s Holyday Camp, Rebecca Salter, ya que Hutt, un cliente habitual de su ‘cámping’, decidió aquel día ir a pescar a un lugar diferente del que acostumbraba.
El pequeño Malachi Reeve, había salido de la tienda de campaña en la que se encontraba durmiendo con sus padres en esa playa, sus pisadas quedaron marcadas en forma de huella en la arena, las cuales indicaron su trayectoria hasta el mar.
Se estima que el menor flotó unos 15 metros antes de que Hutt lo avisara.
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