Una bebé de 19 meses que había caído el lunes en un pozo en una provincia en el noreste de Tailandia.
Los equipos de rescate acudieron al lugar y lograron recatarla, la pequeña había caído por un agujero de 30 centímetros de diámetro mientras jugaba.
Los socorristas estuvieron toda la noche trabajando con una excavadora mecánica para llegar hasta la bebé, que es hija de unos trabajadores migrantes de Myanmar.
“Casi hemos llegado a ella y está todavía viva”, había declarado el jefe de policía del distrito antes de concretar el rescate.