Tras permanecer 64 días detenidos, en la aldea Tuinimá de Tajumulco, San Marcos, uno de los funcionarios secuestrado relató el duró momento que vivió.
“Que profesionalismo, que… pues no sé. Solo puedo decir que gracias a Dios. Es un milagro. Es lo único que puedo decir. Desde el momento de saber, que nos llegaron a traer, ya estaba mi mente y mi corazón con mi familia.”
Además, agregó que estos momentos “sirven para agradecerle a Dios por la vida y los milagros que te hacen” y que “lo único que nosotros pensamos era que íbamos a morir. Ahí se dice eso. Es lo único. Y le dije a mi compañero: hermano hoy creo que hasta aquí llega“.
“Solo nos queda agradecerle a Dios… (el rescate) fue algo rápido, algo increíble, de película y difícil de describir, pero al momento de salir de esas cuatro paredes (todo) cambió y se olvidó todo lo que ha pasado.”, finalizó el funcionario del Ministerio Público.