Un hombre de Murcia (España), decidió ir de vacaciones a la playa con su familia, días después, al regresar a su casa descubrió que su cerradura no funcionaba y los vecinos le avisaron que un grupo de personas invadió su casa.
Ese día, la familia pasó la noche en la casa de unos conocidos, y al día siguiente el hombre regresó junto con dos amigos con la intención de sacar a los invasores.
El hombre señaló: “En ningún momento usamos los palos con intención de amenaza, no los levantamos, no utilizamos ninguna palabra malsonante, ningún insulto, ninguna amenaza, ningún acto de violencia. Sí que teníamos esos palos porque no sabíamos qué nos íbamos a encontrar”.
La sorpresa de Víctor y amigos llegó al descubrir a los invasores disfrutando en una piscina e incluso ya habían comenzado a amoblar la casa y acomodándola a su gusto.
El hombre aseguró a un medio español que la familia invasora no ocupó su casa por necesidad, sino porque les gustaba.
“No entraron con la intención de destrozar la casa, sino con la intención de disfrutar de una vivienda de más alto nivel a la que puedan estar acostumbrados”, señaló Víctor.
Los amigos de inmediato desalojaron a las personas; sin embargo, tras la difusión de las imágenes, Víctor ahora se enfrenta a un problema legal, por no acudir a las autoridades para realizar el desalojo.