Ante el temor de nuevos disturbios, la policía mantiene una estricta vigilancia en los alrededores de edificios federales en Los Ángeles, donde las protestas se intensificaron el fin de semana.
Las autoridades han desplegado patrullajes terrestres y vigilancia aérea, luego de que manifestantes incendiaron cinco vehículos inteligentes, provocando pérdidas cercanas al medio millón de dólares.
Este operativo busca contener posibles actos vandálicos y garantizar la seguridad en zonas de alta sensibilidad gubernamental.