El papa Francisco aprobó este martes declarar santo al médico venezolano José Gregorio Hernández Cisneros.
El beato combinó sus conocimientos científicos y su vocación religiosa durante sus 54 años de vida para tratar a pacientes de bajos recursos económicos.
Conocido como el “Médico de los pobres” fue beatificado el 30 de abril de 2021 en Caracas, Venezuela. En esa oportunidad, el Sumo Pontífice expresó: “Era un médico lleno de ciencia y de fe que supo reconocer en los enfermos el rostro de Cristo y, como buen samaritano, los socorrió con caridad evangélica”.

¿Quién fue José Gregorio Hernández Cisneros?
José Gregorio nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, un pequeño pueblo del estado de Trujillo, y fue criado por una familia modesta con marcados valores religiosos.
La vocación como médico de José Gregorio inició durante su adolescencia. La obediencia, curiosidad, educación, fe e inteligencia hicieron que sus allegados apoyaran su deseo de convertirse en médico.
De acuerdo con sus biógrafos, su padre, Benigno Hernandez, le hizo ver la necesidad de médicos que tenía el interior del país.
Su naturaleza amable y cariñosa hizo que ganara fama y cariño entre venezolanos, especialmente entre los más vulnerables, a quienes no les cobraba.
José Gregorio fue el responsable de la llegada del microscopio al país y de que se habilitaran cátedras como bacteriología o histología general y patología, esto tras cursar estudios en Francia.
Fundó el laboratorio del Hospital José María Vargas. Ofreció clases en la Universidad Central de Venezuela (UCV).

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¿Por qué fue canonizado José Gregorio Hernández?
La beatificación de José Gregorio Hernández se produjo luego que el papa Francisco reconociera el milagro que realizó a la niña Yaxury Solórzano Ortega, quien recibió un disparo en la cabeza durante un asalto en 2017 y a quien los médicos habían desahuciado.
Los médicos que habían atendido a Yaxury dijeron a los padres que la niña iba a fallecer y que de sobrevivir a una cirugía delicada, podría quedar con discapacidad como secuela. La madre rezó a José Gregorio para su curación.
La sorpresa ocurrió cuando la niña no solo sobrevivió a la cirugía, sino que cuatro días después comenzó a rechazar la intubación y a reaccionar de manera positiva a los exámenes. La niña salió del centro asistencial 20 días después “completamente sana, caminando, hablando y viendo sin dificultad”.
Al doctor Hernández se le atribuyen otros miles de milagros, pero solo el de Yaxury ha sido reconocido por el Vaticano.
