El gobierno de Colombia radicó el 15 de abril una reforma económica, lo cual indicaba que el impuesto a productos básicos de la canasta familiar, aumentaría el costo, imponer un impuesto solidario para salarios altos, poner impuesto al patrimonio por dos años, IVA para los servicios funerarios y los servicios de internet, entre otros.
Como era de esperarse, la propuesta no fue bien recibida y los colombianos se pronunciaron al salir en masivas protestas a las calles el 28 de abril, muchas manifestaciones terminaron en hechos violentos y vandalismo. Cientos de civiles y policías resultaron heridos y varias han muerto durante los enfrentamientos en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín, entre otras.
Alberto Carrasquilla renunció al cargo un día después de retirar la reforma tributaria.
Según indica la Defensoría del Pueblo, al menos 19 personas han muerto y más de 800 han salido heridas. La institución dijo en un comunicado que han recibido quejas de uso excesivo de fuerza por parte de la policía y las están revisando.
El Ministerio de Defensa dice que en seis días han dejado 540 policías civiles lesionados y uno fallecido.
El pasado sábado Duque ordeno la militarización de ciudades, donde los disturbios son más violentos.
Diego Molano, ministro de Defensa, dijo que la “asistencia militar a la policía” se dará en el suroccidente, centro y Antioquia, de forma temporal.
La alarma por los hechos ocurridos en Cali, hace que la ONU en un comunicado desde Ginebra, Suiza, exprese que “la policía abrió fuego contra manifestantes que protestaban contra las reformas fiscales y, según informes, mataron e hirieron a varias personas”.
La situación en Cali esta siendo monitoreada por el ministro de Defensa, “según información de inteligencia, los actos criminales y terroristas en Cali corresponden a organizaciones criminales y terroristas… Las investigaciones avanzan para determinar la judicialización de quienes están detrás de todos estos nefastos actos que han afectado a Cali”, dijo el sábado en una conferencia de prensa.