La Oficina del Sheriff del Condado de Polk en Florida (Estados Unidos) determinó que una madre puso fin a la vida de sus hijos y a la propia, tras perder la custodia legal de uno de ellos.
El pasado 25 de agosto, un juez ordenó a Brandy Hutchins entregar a su hijo de 10 años de su padre, pues el hombre ganó su custodia. Sin embargo, la mujer no obedeció la orden y el menor se reportó como desaparecido.
El hombre tenía planeado mudarse a Maine y llevarse al menor, pero ella se negó a aceptarlo.
El 27 de agosto se descubrió a los dos hijos de la mujer y a la madre dentro de su casa rodante.
Las autoridades determinaron que la mujer disparó mortalmente a su hija mayor, de 19 años, y al hijo que debía entregar. Tras ello se quitó la vida.
El sheriff Grady Judd, durante una conferencia de prensa, expresó que no existían indicios precios de violencia o antecedentes penales por parte de la madre.
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