Durante una prueba del propulsor Super Heavy de la nave Starship de la compañía SpaceX, uno de sus motores Raptor explotó en el lugar donde se realizaba el ensayo: Boca Chica, Texas (Estados Unidos).
El prototipo Super Heavy se diseñó con el único fin de impulsar el cohete Starship hacia sus misiones a la Luna y Marte.
La prueba se realizó como si fuese a lanzarse al espacio; sin embargo, las imágenes captadas en el lugar muestran cómo segundos después de arrancar, los cohetes explotan y se crea un caos por el fuego.
Elon Musk, CEO de SpaceX, señaló a través de Twitter que la desastrosa prueba terminó de la manera esperada, aunque ese mensaje fue borrado y escribió otro reconociendo que la prueba “no fue el mejor intento”.
Esta prueba era clave para el primer vuelo orbital de Starship a realizarse este año; sin embargo, podrían existir algunos retrasos debido a que la Administración Federal de Aviación (FAA) señaló que existen algunos errores que la compañía espacial debe realizar antes intentar realizar el vuelo.
El plan de la compañía es que el propulsor Super Heavy se separe de la cápsula y regrese a su torre de lanzamiento. Unos brazos instalados en torre de lanzamiento serán los encargados de atrapar al propulso para asegurar que no sufra ningún daño.
Según los planes de Musk, el propulsor pasará seis minutos en el aire: dos en el ascenso y cuatro en su viaje de regreso.
La compañía espera que el sistema de propulsor se reutilice cada seis u ocho horas para tres lanzamientos al día.